Durante años Hitler fue el invitado de honor del Festival de Bayreuth, el templo de la óperas wagnerianas.
El dictador era un ferviente wagneriano y se convirtió casi en un miembro de la familia Wagner, la cual administraba la herencia del compositor. Incluso se involucraba en el festival, decidía acerca del programa y de las puestas en escena.
Pero, ¿por qué adoraba Hitler a Wagner? ¿Fue por el antisemitismo del que el músico hizo gala en su tristemente célebre panfleto "Sobre el Judaísmo en la Música”? ¿Por las sagas germanas a las que ponía la música y que Hitler utilizaba para cimentar su ideología? ¿O fue por el poder de sugestión de la música wagneriana?
Historiadores y músicos indagan por qué la música de Wagner se convirtió en la banda sonora del nacionalsocialismo. ¿Es correcto hacer la dicotomía entre el artista y la persona?
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