domingo, 22 de octubre de 2023

LA EMOCIÓN DE ESCUCHAR Y DESCUBRIR UN GRAN CONCIERTO

Ayer, sábado, era un día de una especial concentración de actos con más de 30 actuaciones musicales de relevancia, desde Música Clásica a Jazz, y junto a ello retransmisiones deportivas de interés, incluso con un equipo sevillano entre ellas.

Ante ello, nos preguntamos, ¿Que tenía el Concierto de la Orquesta de Cámara de Bormujos para llenar el muy amplio salón de Actos del CEU?



Sin duda, una orquesta de Cámara en su máxima expresión, puesto que eran treinta los músicos en el escenario, con algunos rostros conocidos, como la concertino invitada y que repite,  Katarzyna Wrobely, el contrabajo Matthew Gibbon, la trompista Manuela Carrero y otros más,  un director al frente, nuestro profesor Alberto Álvarez Calero, que tiene la empatía, para servir de nexo de unión entre el Ayuntamiento de Bormujos, el CEU, los músicos que le acompañan en sus difíciles conciertos, muchas veces como ayer con partituras casi inéditas, y un público fiel que tiene en su agenda marcada los día de concierto de toda la temporada.

La Sinfonía "El milagro" de Haydn" es ya de sobra conocida por cualquier seguidor de la música del clasicismo más puro y ejecutada con una precisión extraordinaria, y la que siempre se espera de un director de tanta meticulosidad, pero todos estábamos ansiosos por descubrir a esa mujer olvidada por la historia de la Música, Emilie Mayer, con su Sinfonía nº 1 y una vez más no sabemos cuales son los caprichos de la diosa fortuna para ensalzar unos músicos y olvidar a otros. Claro que ahí tenemos los ejemplos tan significativos del "Padre" Bach, resucitado por obra de Mendelssohn o del propio Mahler, que todos conocemos gracias al empeño de Bernstein y otros directores y la aparición cinematográfica de su famoso Adagieto, elegido por Luchino Visconti.


Por si todo esto fuese poco, el maestro Alberto Álvarez Calero, tampoco olvida que también es profesor y antes de cada concierto nos ilustra con explicaciones del mismo, incluso con participaciones del público presente.


Ante todo esto ¿A alguien le puede extrañar que el Auditorio estuviese prácticamente con lleno total? A nosotros, No.

Y proponemos escuchar el cuarto movimiento Final, de la sinfonía de Mayer.

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