La soprano Elisabet Strid y el tenor Stuart Skelton, Isolda y Tristán. |
Richard Wagner vuelve de nuevo al Maestranza y lo hace con una nueva producción de nuestro Teatro, de Tristan e Isolda, reconocida ampliamente como una de las cumbres del repertorio operístico.
El primer acorde de la ópera, llamado el «acorde de Tristán», se considera de gran importancia en el desarrollo de la armonía tonal tradicional. La ópera fue muy influyente entre los compositores clásicos occidentales y proporcionó inspiración a compositores como Gustav Mahler, Richard Strauss, Karol Szymanowski, Alban Berg y Arnold Schoenberg.
Muchos ven a Tristán como el comienzo del fin de la armonía convencional y la tonalidad y consideran que establece la base para la dirección de la música clásica en el siglo XX.
Nosotros, y es un criterio muy particular, siempre vamos con reservas a óperas con producciones minimalistas, así que es con expectación controlada con la que acudiremos, y ya veremos el resultado.
Lo que sí es inamovible es la calidad de la música de Wagner
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