Es comúnmente considerado el mejor tenor dramático del siglo XX. Su rol más representativo fue Otello, de Giuseppe Verdi
En 1950 debutó en el Teatro Colón de Buenos Aires, cantando por primera vez en su carrera el Otello verdiano, rol al que su nombre quedó para siempre asociado. Otello fue un personaje que Del Mónaco maduró durante toda su carrera, por lo que muchos sostienen que su abordaje de este rol sigue sin ser superado.
Según el propio Del Monaco, interpretó el personaje por lo menos 427 veces
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