No podemos terminar los capítulos que estamos dedicando a Maurice Ravel sin incluir su famoso Bolero.
la empresaria y bailarina rusa Ida Rubinstein, le encargó que compusiera un «ballet de carácter español» que ella misma, con cuarenta y dos años, contaba representar con su propia compañía,y para facilitar la tarea, acordó que podría orquestar seis piezas extraídas de la suite para piano Iberia del compositor español Isaac Albéniz, en un proyecto inicialmente bautizado como Fandango.No obstante, fue advertido de que los derechos de orquestación de Iberia, habían sido cedidos en exclusiva a otro compositor español, Enrique Fernández Arbós, un antiguo discípulo de Albéniz, y si bien Arbós le propuso generosamente utilizarlo, quizás su soberbia le impidió aceptar el regalo.
El nacimiento de la melodía es relatado por Samazeuilh, que cuenta como el compositor, una mañana, en pijama, antes de ir a nadar, le habría interpretado al piano un tema con un solo dedo explicándole:
Madame Rubinstein me pide un ballet. ¿No encuentra usted que este tema tiene insistencia? Voy a intentar repetirlo un buen número de veces, sin ningún desarrollo, graduándolo mejor con mi orquesta. De manera que esto resultara como "La Madelon".
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