De esa fuente inagotable de descubrimiento de jóvenes talentos pianísticos, surgió en la Edición de 2017 de Certamen de Clamo Music, una joven pianista rusa, acaparadora de premios y grandes éxitos en muy diversos lugares del mundo, pasando por Rusia, Ukrania, Lituania, Alemania, Suiza, Dinamarca etc. hasta que se estableció en Tel Aviv para completar su maestría con Emanuel Krasovsky en la Escuela de Música Buchman-Mehta, Universidad de Tel Aviv y que desde el pasado año fijó su residencia en París.
Diversos motivos, y de forma especial los años negros de pandemia impidieron a Anna volver a España y más concretamente a Murcia y Águilas, todo ello de la mano de ese gran descubridor y verdadero mecenas de talentos que es Chema Casanova, quien, por ello, cuenta con toda nuestra admiración.
En nota aparte, nuestro compañero Pascual quiere desgranarnos cosas de su última estancia en Águilas, en la que incluirá a Anna Kavalerova, pero para ir entrando poco a poco, un aperitivo con el exquisito Vermú de una Barcarola, y antes de que termine este mes de Junio, compuesta por Tchaikovski.
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