sábado, 6 de mayo de 2023

LASCHIA CH'IO PIANGA CON "LOS CIEGOS".




Era un ambiente distinto el que ayer tarde había en Sevilla camino del CICUS, con la calle Mateos Gago y casi todo el Barrio de Santa Cruz teñido de color rojo por los miles de aficionados del Osasuna que hoy tienen una cita futbolera, hasta llegar a ese remanso de paz que es el patio del CICUS, el gran motor cultural de nuestra Universidad, y allí, un grupo baile de música swing ensayaban una coreografía, que contrastaba con nuestra cita allí. 


Y traspasando la puerta de acceso al Salón de Actos, todos quedamos conmocionados por la escena que se nos presentó, y que tuvo que prepararse previamente, al carecer de telón.


Los Ciegos, del dramaturgo Meterlinck es una obra con fuerte carácter simbólico que viene a ser una metáfora sobre la soledad de los individuos en esta sociedad por falta de comunicación, y así pudimos ver como esos ciegos, perdidos en sus respectivas soledades, que ni tan siquiera tenían comunicación dentro del Asilo-Sanatorio y que incluso a nosotros, nos traía pensamientos, en el extraordinario montaje de Manuela Luna, de la Última Cena y el desasosiego de los apóstoles a la muerte de Jesús, aunque estamos seguros que cada uno encontraría distintos sentidos ante tanto simbolismo.

Carmen Aguilar en la escena final e esperanzadora, 

y terminando con ese Grito de Esperanza por la Unión y para la supervivencia lanzado  por el personaje que interpretaba con su habitual maestría Carmen Aguilar. 

Manuela Luna, en su doble papel de directora e intérprete

Una obra absolutamente claustrofóbica y desasosegante donde nuestros compañeros pudieron mostrar todas sus dotes artísticas, y en la seguridad de que vendrá a engrosar ese ya muy amplio catálogo de éxitos, liderados por Manuela Luna, quien también intervino en la interpretación.

Dentro de tratarse de una interpretación coral, los monólogos pudieron dar lugar al lucimiento personal de todos y cada uno de ellos, así  Antonio, Carmen Aguilar, Victoria, Loli, Emiliana, Josele, Carmen Prieto y la propia Manuela nos emocionaron y pusieron un nudo en la garganta de todos los espectadores luchando contra las lágrimas aunque muchos no dudaron en dejar de contenerlas y dar rienda suelta, y para ello, también contribuyó la elección de un pasaje musical de tanta belleza y sugerencia como Laschio Ch'io Pianga (Deja que llore), tanto que al termino de la obra dijimos a  Carmen Águilar: Amiga, que bien se llora contigo. 

Por cortesía de Ágora Teatro, se puede acceder a una colección de fotos PULSANDO AQUÍ

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