Nuestro período de descanso nos ha hecho apartarnos un poco de nuestro recorrido por la historia de la Música, según el guión de nuestro profesor Alberto Álvarez Calero.
Recordamos que ya nos encontramos en Siglo XX y tras la figura de Bruch, llegamos a Antonin Dvorak, a quien dedicaremos algunos capítulos.
Dvořák fue un gran admirador de la música folclórica checa y la utilizó en muchas de sus obras.
En 1892, Dvořák se trasladó a Nueva York para dirigir el Conservatorio Nacional de Música de América Durante su estancia en Nueva York, Dvořák compuso su famosa Sinfonía del Nuevo Mundo.
Dvořák también compuso una ópera llamada “Rusalka”, que se basa en un cuento popular checo sobre una ninfa acuática.
Y precisamente vamos a comenzar recordando esa preciosa Canción a la Luna de esa Ópera, interpretada por la soprano Renee Fleming, y con subtítulos en español, si bien no nos resistimos a escuchar también la versión para violín y orquesta con Joshua Bell.
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