sábado, 13 de mayo de 2023

LA MÚSICA. DE LA EDAD MEDIA AL SIGLO XX

Y ya estamos llegando al final de los capítulos que hemos dedicado a Brahms, antes de seguir nuestro camino en este largo recorrido.

Y lo hacemos con su Sinfonía nº 4, tan bella como las tres restantes.

Hasta la representación dada por la Orquesta Filarmónica de Viena el 7 de marzo de 1897, a la que asistió el mismo Brahms, ya seriamente enfermo, los vieneses no llegaron a demostrar abiertamente su entusiasmo por la Cuarta Sinfonía. Florence May describe lo sucedido en su obra Vida de Brahms con estas palabras: 
 “Una tormenta de aplausos estalló al finalizar el primer movimiento y no se calmó hasta que el compositor se adelantó a saludar desde el proscenio. Tal demostración se repitió después del segundo y tercer movimiento, y una escena de extraordinaria emoción tuvo lugar al final del concierto. El público aplaude con su mirada puesta en la figura que se yergue en un palco; le es familiar, pero hay algo extraño que no habían visto antes y que les impide dejarle partir. Las lágrimas bañaban sus mejillas, tenía el cuerpo encorvado,  expresión cansada y sus cabellos blancos le caían en desorden sobre la frente. Entonces todos los presentes tuvieron que contener un sollozo al comprender que le estaban diciendo adiós” Brahms murió un mes más tarde, el 3 de abril de 1897.

No hay comentarios:

Publicar un comentario