sábado, 18 de febrero de 2023

VIRGINIA MARTINEZ. DIRECTORA DE ORQUESTA


En otra publicación de hoy, hemos hablado de Alondra de la Parra, y ahora queremos hacerlo de otra directora de orquesta que nos pilla más cerca, y que además es amiga de algunos miembros de La Décima.


Virginia Martinez es directora titular de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, si bien sus compromisos profesionales la están llevando a otros puntos tanto de España como del resto de Europa, donde la invitan constantemente para dirigir distintas formaciones orquestales.

La "maestra" es constante fuente de noticias, y de alguna muy feliz para su carrera que esperamos se confirme próximamente.

Entretanto, queremos referirnos a ella ya que en los próximos días, y con motivo del aniversario del fallecimiento de Asenjo Barbieri dirigirá en el Teatro Campoamor a la Orquesta Oviedo Filarmonía para la representación de la Zarzuela Pan y Toros, con la producción del Teatro de la Zarzuela. 

 Virginia viene además de tener un gran éxito en Murcia con un concierto que en la primera parte ha contado con Pablo Sainz Villegas para el Concierto de Aranjuez y enfrentándose posteriormente con una partitura tal difícilcomo la  Quinta Sinfonía de Shostakovich de la que crítica de Codalario ha dicho cosas como estas:


Foto: OSRM

Como una especie de sutil apertura de la velada, Virginia Martínez planteó la recreación de la obra del gran compositor hispalense con un gran sentido evocador, representando las emociones del autor ante los momentos previos a una corrida de toros centradas en los pensamientos del matador. 

Con una lectura atenta en detalle y sobrecogedora en expresión, la titular de la ÖSRM indicó esa sensación de inquietante espera traducida en música que contiene el primer tema del Moderato que abre la Quinta sinfonía de Shostakovich, notándose una progresión en los componentes de la orquesta en la búsqueda de una mejor escucha entre ellos conforme se incrementaba la crudeza del discurso favorecido por el efectivo trazo de dirección, seco y punzante sin que así pareciera, lo que denota la exhaustiva preparación de Virginia Martínez en el estudio y la construcción de este primer movimiento en el que apuntó un determinante y bien planificado equilibrio entre un sentir romántico y cierto aire expresionista.
Tanto directora como orquesta alcanzaron en su recreación un nivel de simbiosis expresiva de sincera espiritualidad, que traspasaba el puro mensaje musical para llevar al oyente a percibir los sentimientos de tristeza, pesar y abandono más lacerantes que pueden generar los sonidos organizados. Sin duda fue una ocasión memorable de la orquesta.El entusiasmo se apoderó del público manifestado con un gran aplauso reflejo de la intensidad con la que músicos y directora habían transmitido a Shostakovich en una de sus obras de mayor y más hondo calado artístico.
Dado que no podemos ofrecer ningún documento sonoro de ese concierto, nos remitimos a la celebración del 800 aniversario de la Catedral de Burgos, y a esa Sinfonía de Shostakovich, imaginándonos lo que tuvo que sentir el público de Murcia con su adorada "maestra" en el podio.
 

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