LA INVASIÓN DE UCRANIA GOLPEA A NUESTROS QUERIDOS COMPAÑEROS

En la última convivencia de Navidad, excusamos la asistencia a la misma por parte de Antonio Martín y Carmen Aguilar, por cuestiones familiares, sobre la que no quisimos extendernos, pero que ahora en que ya ha sido noticia en prensa y radio a nivel nacional, creemos el momento de hacerlo, previa autorización,  para compartir con ellos sus tribulaciones, y en especial de Carmen.

Vitaly es un joven de nacimiento ruso que siendo muy niño, con ocho años,  permanecía en un orfanato y que nuestra compañera Carmen acogió en su momento para, en principio,  pasar los veranos en Sevilla, no pudiendo adoptarlo, por la negativa de un familiar en Rusia.

Vitaly pasó gran parte de su infancia y adolescencia en casa de Carmen, como un hijo suyo, y aquí estudió en un colegio de la  barriada de Santa Clara, y comenzó a trabajar, pero en un viaje esporádico a Rusia, el amor se cruzó en su camino y allí se quedó, aunque teniendo aquí un buen trabajo e ingresos,  ya estaba contemplando la compra de una vivienda en Sevilla. 

Al comenzar el conflicto bélico, Carmen estaba arreglando los papeles para la concesión de visado pero no llegó a tiempo puesto que incluso llegaron a casa de Vitaly para movilización forzosa, de la que pudo escapar y huir junto con su joven esposa, llegando a Marruecos, donde no se precisa visado.

Carmen, junto a Vitaly y su esposa Ana.

Allí se presentó Carmen, en el consulado de España, con toda la documentación preparada por un abogado experto en extranjería, pero nuestro gobierno se ha negado hasta ahora de forma rotunda a concederle siquiera el visado turístico.

Vitaly en estos momentos está en un país asiático, cuyo nombre no podemos facilitar por cuestiones de seguridad trabajando en hostelería junto a su esposa,  y lo que nos parece inexplicable es lo siguiente:

No estamos en contra, sino todo lo contrario,  en que se les conceda el visado de forma general, a cualquier ucraniano que huya de la guerra, pero nos parece totalmente inadmisible que se le niegue a un ruso, que pretende huir de lo mismo, con raíces, estudios, y familia, pues eso es Carmen para él, en Sevilla desde los 8 años e incluso con una inmediata perspectiva de trabajo. ¿Con que criterios se aplican estas leyes de extranjería y acogida?

Mientras que la buena noticia pueda llegar, solamente podemos solidarizarnos con nuestros compañeros y pedir por una solución lo más inmediata posible, con una oración que pueda llegar a esas personas insensibles.