LA MÚSICA CLÁSICA EN ÁGUILAS. UN MILAGRO CON NOMBRES Y APELLIDOS

Nota remitida por nuestro compañero Pascual, desde Águilas.

Una vez más, me encuentro en Águilas para disfrutar de un concierto en mi tierra, y rodeado de amigos, que hace que sea mayor el disfrute de la Música, y además en esta ocasión complementado con un excepcional concierto el pasado sábado en Murcia, al que ya me he referido en anteriores publicaciones.

Entre los aficionados aguileños se habla constantemente del Milagro de la Música Clásica en Águilas, y si bien es verdad que nunca podemos rechazar la intervención divina, en este caso, lo que hay es un gran trabajo y dedicación por parte de una familia que conforman la Asociación, si ánimo de lucro, de ProMúsica Águilas, y que tienen nombres muy concretos: Juan Carlos, Roberto y Laura.

Desconozco las interioridades de esa Asociación, de la que no formo parte lamentablemente, pero a través de mi amistad con ellos, puedo intuir muchas cosas, y quiero hacer un símil con lo publicado ayer, del trabajo en el Maestranza antes de que suba el telón de Las Bodas de Fígaro.

Al comienzo de temporada, pude intuir los esfuerzos para conformar un Cartel que no desmereciera de anteriores, puesto que el listón cada vez está más alto, y traer para Navidad un concierto extraordinario, que se materializó en el Cármina Burana, para lo que hubo que buscar una orquesta y coros que lo tuvieran en su repertorio, y así pudieron coordinar la Orquesta Sinfónica Atlantida, con la Coral Discontus de Murcia, habitual en sus actuaciones con la OSRM y en grandes obras corales, unos solistas a la altura del espectáculo, con el detalle de incluir una soprano aguileña, María Teresa Cañas que triunfa en muchos lugares de España, y que tenemos mucho interés en escuchar triunfar  en su pueblo.

Además nuestros amigos, tuvieron que pasar por el Auditorio e intentar solucionar personalmente algunos inconvenientes que pudieran presentarse. Anoche recibieron a los 50 músicos de la Sinfónica y conducirlos y acomodarlos en su hotel, así como hoy tendrán que organizarles la comida y tras ella, recibir a los 100 miembros de la Coral, y conducirlos ya a todos juntos al Auditorio para el Ensayo Final y, entretanto, se ocuparán de organizar las flores para adorno y entrega a los solistas y, cuando termine el concierto estarán pendientes de todos ellos, antes de que inicien sus respectivos viajes de regreso. Todo esto y muchas cosas más que nos dejamos en la imaginación y en la prudencia.

Y todo eso, con solo tres personas que son mis amigos y que incluso mi admiración está por encima de mi cariño, forjado desde la infancia en el caso de Roberto Rodriguez.

Y todo ello para que a las 20:30h se suba el imaginario telón en el escenario del Auditorio Infanta Elena, y junto a la fortuna de tener unas personas que han propiciado ese Milagro, podamos comenzar a escuchar AHORA SÍ,  estas notas de la primera de las Cárminas. OH. FORTUNA.