Al comenzar la Segunda Guerra Mundial, Nana continuó con sus estudios gracias al apoyo de su profesor de música, y permaneció en el conservatorio hasta 1950.
Luego cantó en pequeños clubes nocturnos, donde Harry Belafonte la daría a conocer posteriormente.
Al percatarse de estas 'escapadas' de Nana a los clubes de jazz la echaron del conservatorio, y como ella menciona: Mi maestro me dijo: jazz o clásica, y yo opté por la música.
Su primer triunfo internacional fue en 1960, en el Festival Internacional del Mediterráneo en Barcelona. También fue premiada su canción «Nunca en domingo».
Posteriormente incursionó en la política, reprobando la dictadura militar griega y apoyando la democracia hasta su restitución en 1974. Su amor por los niños la llevó a ser embajadora de la UNICEF en 1993, y luego a representar a Grecia en el Parlamento Europeo en 1994.
Una gran mujer y una fabulosa voz. Antonio Segura.
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