Para muchos, no es nueva la existencia ni la historia de Granadilla, que ya fue utilizada la película Átame de Almodóvar, con Antonio Banderas y Victoria Abril, pero ha bastado que National Geographic le dedicara un artículo para que las visitas a Granadilla se hayan multiplicado en las últimas semanas, según nos manifestaba una estudiante voluntaria, entre los muchos que prestan su esfuerzo en la recuperación de un Pueblo, que no fue abandonado, sino expropiado forzosamente para la construcción de un pantano, cuyas aguas nunca llegaron a cubrir Granadilla, ni podían hacerlo, tan como se proyectó, segúns abemos ahora.
La diáspora se hizo en camiones y en carros tirados por mulas o burros con enseres y niños dentro. A la expropiación forzosa se le prometía la novedad: los nuevos pueblos de colonización donde todo estaba por hacerse. Pero los primeros años fueron duros: las tierras era improductivas, el regadío tardaba en llegar, mucho tiempo durmiendo en barracones hasta tener las casas y los capataces del régimen que pedían cotas imposibles de productividad. (National Geographic).
Nuestros compañeros María Rosa y Pascual, que volvían de Asturias, así como Mento que lo hacía desde León y que se unieron para regresar juntos en esa última ciudad, tras una parada técnica en Aldeanueva del Camino, decidieron coger la carretera de unos 15 kilometros que los separaba de Granadilla para poder ver ese pueblo desierto y donde se trabaja para su recuperación y convertirlo en parte de un Museo de Pueblos Abandonados, como testigo y vergüenza de lo que está pasando en España, aunque en este caso fuese por expropiación forzosa.
Como adelanto de ese viaje que La Décima está planeando llevar a cabo a esa bella zona, entre Cáceres y Salamanca, ofrecemos un vídeo de nuestra visita a Granadilla, donde prácticamente en solitario, pudimos recorrer sus calles e imaginarnos esos edificios o ruinas con Vida, esa que es imposible que vuelva.
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