HABLEMOS DE MÚSICA CON LOS CONCIERTOS DE PLENILUNIO EN EL CASTILLO

 Nuestro compañero Pascual, recién llegado de Águilas quiere compartir con todos nosotros algunas experiencias vividas y vívidas en su pueblo.

Todos los lectores de nuestro Blog y en especial los compañeros de La Décima conocen el amor que le tengo a mi pueblo, aunque he de aclarar que, como todos los buenos amores, no es incondicional ni ciego, sino que lo asumo a pesar de sus posibles defectos y lejos de cualquier chovinismo, muy propio de la mayoría de mis paisanos y cuya opinión respeto, como no puede ser de otra manera.

En estos momentos quiero hablar de los Conciertos del Plenilunio de Agosto y aclarar que a pesar de ser el mayor acontecimiento musical y posiblemente cultural de Águilas a lo largo del año (según los gustos de cada uno), se trata curiosamente de una iniciativa privada, que cuenta por parte pública solamente con la cesión del Espacio que es de todos los aguileños, desde que el tiempo es tiempo.

Mi infancia se desarrolló en el Pie Castillo, el Puerto Poniente y el Peñón del Roncaor y eso marca para toda la vida. Tanto es así que ir a bañarme a la playa del Puerto Levante lo entendería como una traición inimaginable.

Playa de Poniente, con el Castillo y Peñón del Roncaor

En su momento me indigné cuando hicieron un camino para poder subir al Castillo, que hasta entonces solo se podía hacer saltando sobre las grandes piedras, que nos iban elevando hacia lo que para nosotros no eran ruinas, sino todo un Formidable Castillo con sus "Tres saltos del Moro", producto de nuestra fecunda e infantil imaginación y si bien nunca profanaría ese camino subiendo en automóvil, pasados los años y llegado a la actualidad física,  hace tiempo que olvidé mi inicial indignación y bendigo la idea de su construcción, aunque sea evidentemente para subir andando.

Pues en ese marco tan importante en mi vida, disfrutar de la Música que programa ProMúsica Águilas con un esfuerzo personal de una familia que AMA A SU PUEBLO, pues no de otra manera puede entenderse tal sacrificio durante ya diez años, 200 espectadores hemos disfrutado de tres extraordinarios conciertos del que no voy a entrar en crítica, para la que no estoy formado,  sino solo unos ligeros apuntes.

BERNA PERLES con el piano de RUBEN FERNANDEZ.

Todo un concierto propio de una gran sala lírica y para verdaderos amantes del genero, con pocas concesiones a la "Galería" (las justas) y que antes de pasar a ellas, Berna nos regaló un Sola, Perdida y Abandonada con el que termina el gran drama de Manon Lescaut de Puccini y un Mio Babbino Caro, ambos realmente antológicos. Terminó su actuación con una copla que acompañó a todos los espectadores cuanto bajábamos del Castillo. Y sin embargo te Quiero, con la que realmente se pararon los PULSOS EN EL CASTILLO. También Rubén Fernández se lució con una excelsa interpretación del Verano de Piazzolla.

El Segundo día nos trajo a un virtuoso pianista ucraniano Vitaly Pisarenko, a quien desconocíamos, con un programa  compuesto con partituras de Schubert y Liszt, y que pone la música de Ravel, Una barca en Océano, en el vídeo resumen que he compuesto con toda mi ilusión para nuestros lectores y ProMúsica Águilas.

Y el colofón lo pusieron dos voces tan extraordinarias y consagradas como las de Mariola Cantarero, que repetía en el castillo y el tenor Jose Bros que además llegaron al público con la interpretación de un surtido número de dúos de Ópera y arias de Zarzuela conocidas por todos los espectadores, antes de que Mariola y ante la emoción y estasis de los granadinos asistentes interpretara su éxito: Granada de los Emigrantes.

Quiero dar las gracias a ProMúsica Águilas por las facilidades para la obtención de las fotos que conforman el vídeo, y que todas ellas las he cedido en justa correspondencia.