Al recordar esa verdadera obra de arte cinematográfico que sigue siendo La Dolce Vita, con su antológica escena desde la Fontana di Trevi, es posible que para lo no iniciados en el Rock and Roll se les pasara la exibición de Adriano Celentano que a la sazón contaba con tan solo 22 años y que pensamos merece la pena darle su verdadero sitio en la película.
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