miércoles, 9 de junio de 2021

CHRISTIAN THIELEMANN. LA MÚSICA DE MI VIDA

COMENTARIO DE NUESTRO COMPAÑERO PASCUAL MUÑOZ
Era un mes de Agosto del año 2001 cuando en un viaje llevaba sintonizada Radio Clásica que conectaba con el Festival de Bayreuth y comenzaba a presentar el concierto que se iba a celebrar a continuación con la Novena de Beethoven, y por consiguiente me dejó enganchado.
La dirigía un Maestro del que en esos momentos solo me sonaba su nombre, Christian Thieleman.
La interpretación por la Orquesta y Coros de Bayreuth fue de las que dejan huella, con el añadido de ser en directo y desde un escenario y festival realmente mítico.
Los críticos comparaban aquella Novena nada menos que las históricas de Furtwangler.
Aquella emisión se repitió meses después en Radio Clásica y ya estuve atento para grabarla en Casete que posteriormente digitalicé y el CD ocupa un lugar destacado entre las decenas de versiones de esa Sinfonía que tienen su espacio en mi discoteca.
No andaba muy descaminado en mi apreciación a lo largo de aquel viaje con Beethoven, cuando la crítica dijo cosas como las publicadas Mundo Clasico, cuya lectura poponemos AQUÍ
Lógicamente, desde entonces seguí los pasos de Thieleman, al que pude escuchar y ver en conciertos tan reseñados como el de Año Nuevo desde Viena y poniéndose al frente de las mejores orquestas y Festivales del mundo, y siempre me ha parecido un extraordinario director, si bien sin la espontaneidad que observamos en otros grandes y privando mucho más el academicismo y rigor interpretativo.

Algo noté que comenzaba a fallar cuando en 2015 presentó su candidatura a la titularidad de la Filarmónica de Berlín llegando hasta la segunda vuelta que y para sorpresa para todos recayó en el ruso Kirill Petrenko, algo que produjo consternación en los ambientes musicales.
Eso fue el comienzo de una serie de malas noticias para Thieleman, como haber dejado de colaborar en el Festival de Bayreuth al término de su contrato, no renovado, su desaparición del Festival de Salzburgo y sin estabilizar su posición al frente de la Staatskapelle de Dresde.
¿Qué se esconde detrás de esta situación, alejada de sus méritos artísticos?. Suponemos que falta de empatía o desencuentros con músicos, directores de Festivales de Orquestas etc. aunque eso no deja ser mera especulación por mi parte.
De todas formas, hoy me propongo escuchar y sugiero una gran interpretación de la Misa Solemne de Beethoven que dirigió en recuerdo de la destrucción de la ciudad de Dresde el 13 de Febrero de 1945 y la reapertura de la Ópera Estatal de Dresde el mismo día del 1985.

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