Como nuestros habituales lectores conocen, somos unos admiradores incondicionales de la Mezzo Soprano letona Elina Garança por muchas razones.
Y esa admiración es compartida por un gran número de aficionados, que la aclaman como una de las mejores del mundo con manifestaciones como ésta en la revista Scherzo.
Inteligente, guapa, simpática, culta, más lista que el hambre y, encima, canta como los ángeles y habla español casi casi como usted y quien esto escribe. Es Elina Garanca (Riga, 1976), la gran mezzosoprano letona que se rifan los mejores teatros y auditorios desde hace un par de décadas. Su carrera, jalonada de éxitos, hallazgos y novedades, y firmemente asentada en la cima de la lírica internacional.
Por nuestra parte y como sevillanos nos congratula además su admiración con Sevilla, mostrada en múltiples ocasiones, como su gran interés en cantar en solitario a la Virgen Macarena y que pudo hacer una noche Mayo del 2014, con un Ave María impresionante. Sola Elina ante la Macarena.
Elina ha demostrado además en múltiples ocasiones su amor por la Zarzuela, y también eso es algo que nos enorgullece y será con música española con la que actuará mañana en el Auditorio de Las Palmas, estando seguros de que una de las obras que interpretará será "No puede ser", que tiene una historia tras de si.
Elina está enamorada de esa romanza, que la han cantado grandes tenores como Plácido Domingo, y el camino para que pudiera cantarlo una Mezzo fue realmente largo y complicado hasta que consiguió contactar directamente con los descendientes de Zorozabal, quienes le dijeron que uno de sus sueños era que alguna vez la cantara una mujer.
Este es el resultado.
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