Estamos plenamente convencidos de que si pensamos en grandes intérpretes y virtuosos solistas de Música Sinfónica, pensamos en violinistas, pianistas, chelistas y un poco en segundo plano, oboístas, flautistas y nos tememos que pocos más.
Pero ¿Donde dejamos al clarinete, ese instrumento de viento-madera y que dentro de la orquesta, se encuentra en la sección del viento-madera, junto a la flauta, el oboe y el fagot.?.
Hector Berlioz dijo del clarinete:
“… Estamos ante el rey de los instrumentos.
Después de tres siglos de existencia, el clarinete puede sorprendernos y maravillarnos cada día.
Su tesitura excepcionalmente larga le permite abordar un gran número de registros de la expresión humana…
En efecto, la octava grave es cálida, como la voz de un barítono.
El medio recuerda el registro ágil de una soprano o de un tenor.
En cuanto al agudo y al sobreagudo, poseen una potencia y una claridad extraordinarias…”
Hace aproximadamente unos 30 años íbamos buscando un Disco del Concierto para clarinete de Mozart y nos llamó la atención de portada la imagen de una joven y bella clarinetista que lo interpretaba con la Statskapelle de Dresden e inmediatamente pasó a formar parte de nuestra discoteca.
Después tuvimos ocasión de escucharla en el Teatro de la Maestranza donde su figura espigada y estilizada se fundía con el clarinete, y nuestra admiración fue en aumento.
También la hemos visto en algún vídeo formando parte de la Orquesta de Lucerna del maestro Abbado, creemos recordar que con la Resurrección.
Hoy hemos querido rendir nuestro homenaje al clarinete y a esta excepcional solista de ese extraordinario instrumento.
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