martes, 24 de marzo de 2020

MARÍA MALIBRAN

 El 24 de marzo de 1808 nace en París María Garcia, conocida como María Malibran, una cantante de ópera Española (nacionalizada más tarde como francesa).
Era hija del tenor sevillano, maestro de bel canto y compositor español Manuel del Pópulo Vicente García y de la soprano Joaquina Briones, así como hermana de la cantante Pauline Viardot-García y del influyente maestro de canto Manuel Patricio Rodríguez García, e inventor del Larigoscopio.
Cuando Rossini fue interrogado por quiénes habían sido los más grandes cantantes que había conocido, respondió: Muchos cantantes de mi tiempo fueron grandes artistas pero hubo sólo tres genios: Lablache, Rubini y esa niña tan mimada por la naturaleza, María Malibrán.

De su primera actuación en Bolonia, la crítica dijo: El impacto producido en la ciudad puede ilustrarse con una crítica de la época. Es media noche. La función acaba de finalizar. Acabo de llegar a casa lleno de la impresión que María Malibrán ha producido. Nunca vi una audiencia tan entusiasta: Madame Malibrán fue llamada 24 veces al escenario. La ovación duró más de una hora durante la cual cientos de laureles e immortelles, que habían sido traídas expresamente desde Florencia, fueron arrojados en el escenario. Estos manojos fueron acompañados de pedazos de papeles en los que se escribieron sonetos y odas. En resumen, tal arrebatadora admiración nunca antes había sido manifestada en Bolonia. Los habitantes de esta ciudad, tan notables por gusto e inteligencia, rindieron los más grandes homenajes a la distinguida cantante y en la tarde subsiguiente inauguraron un busto en mármol ubicado en la entrada del teatro.
La Malibrán tuvo una vida digna de ser llevada al cine o una serie completa de televisión, y es posible que algún día se aborde.
Hace unos años, otra Grande como Cecilia Bartoli apostó por rescatar su figura y grabo videos y CD con la música que interpretaba la Malibrán, de quien por cierto tiene un museo privado con elementos de su vida, y en el año 2008 presentó en Sevilla esa grabación, con un Teatro de la Maestranza en la que todos los aficionados asistentes, entre los que nos encontrábamos, vibramos con Cecilia y enamoró a cualquiera que todavía pudiera resistirse a sus hechizos.(A nosotros ya lo había hecho mucho antes de eso)
Como dijo el crítico Andrés Moreno Mengibar, esa actuación fue UNA APOTEOSIS DEL APLAUSO.

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