domingo, 8 de diciembre de 2019

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO

La Iglesia, en la liturgia de este segundo domingo de Adviento, nos invita a continuar nuestra preparación para la venida del Señor. En la vida diaria encontramos obstáculos que nos impiden caminar hacia el Padre. 
San Juan Bautista nos invita a la conversión para recibir así la salvación que nos trae nuestro Señor Jesucristo. Jerusalén, despójate de tu vestido de luto y aflicción y vístete las galas perpetuas de la gloria que Dios te da, envuélvete en el manto de la justicia de Dios y ponte en la cabeza la diadema de la gloria del Eterno, porque Dios mostrará tu esplendor a cuantos viven bajo el cielo.
 Dios te dará un nombre para siempre: «Paz en la justicia» y «Gloria en la piedad». Ponte en pie, Jerusalén, sube a la altura, mira hacia el oriente y contempla a tus hijos, reunidos de oriente a occidente a la voz del Santo, gozosos invocando a Dios.
SPEM IN ALIUM
Nunca hemos puesto la esperanza en cualquier otro, pero si en ti, Oh Dios de Israel
que puedes mostrar tanto la ira y gracia, 
y que absuelves todos los pecados del hombre, 
el sufrimiento Señor Dios,
 Creador del Cielo y de la Tierra sé consciente de nuestra humillación.

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