FLAMENCO EN EL AULA. OTRO ÉXITO MÁS.

Son ya muchos los años en los que el Área de Flamenco está dedicándonos grandes producciones, aunque en nuestra opinión de espectador que nos hemos de confesar, con verdadero pudor,  totalmente ignorante de ese género musical, que va mucho más allá de ello hasta convertirse para los "conocedores" en algo casi sagrado (con todos nuestros respetos hacia esa palabra), hemos de dejarnos guiar por los sentimientos que nos produce que no sabe de conocimientos sino de emociones.

Nuestra amiga Pepi Bulnes, continuando el trabajo de una pionera como lo fue Rocio, ha sabido a base de esfuerzo llevar los espectáculos que nos ofrece a verdaderas cotas de excelencia,  muy difíciles de superar, tanto en el aspecto académico como musical, y casi impensable para aquellos que no conozcan de su tesón y buen hacer.

Ya reconoció nuestro director que habrá que buscar otros escenarios para estos espectáculos, que son verdaderos hitos en nuestra "Facultad",  cuyo interés ha ido creciendo de forma exponencial, de forma que el Pabellón de Uruguay ya se muestra absolutamente insuficiente para albergar a un público que sabe a lo que va, y que llenó butacas, pasillos, escaleras y prácticamente sentados en el propio escenario.

Obviamos hacer referencias a la labor del conferenciante Carmelo Camino, de la bailaora Irene Rueda, de la cantaora Marta la Niña, y todos ellos bajo el son de la sabia guitarra de Antonio Gámez, puesto que todos los asistentes pudieron verificar la gran categoría de todos ellos, y de cuya actuación ofrecemos una pálida muestra.
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