viernes, 11 de agosto de 2017

EL CONCIERTO DEL CASTILLO

Collage de Pascual sobre fotos propias en el desarrollo del Concierto
Nota enviada por nuestro compañero Pascual desde Águilas.

Son ya seis las ediciones del Concierto del Castillo,que tiene lugar en Águilas, y más concretamente en la Batería San Miguel del Castillo de San Juan de las Águilas, y queremos expresar lo que ibamos pensando cuando con los últimos minutos del atardecer enfilábamos a pie, el camino de subida por la Bahía de Poniente, con la ilusión de que algo grande se iba a repetir, al conjugarse varios Milagros.

En primer lugar, el Milagro de que un grupo de Amigos, con implicación personal de toda una familia, sin ningún ánimo de lucro, y tan solo la satisfacción de poder aportar a su pueblo lo que para muchos es, sin ningún tipo de duda el Acontecimiento del Verano en ese rincón Mediterraneo, y todo ello prácticamente en solitario salvo las necesarias colaboraciones institucionales de cesión del espacio y otros pequeños detalles han podido llegar a conseguir y sobre todo a consolidar.
En segundo lugar, el Milagro del Marco, teniendo como telón de fondo a nuestros pies, la Bahía de Levante

Tras nosotros, un fantástico Rio de Luna que incitaba a su contemplación con el mismo interés que el de los artistas sobre el escenario, a quienes sorprendíamos de vez en cuando levantar la vista del teclado para recrearse en la contemplación de la imagen, junto con la música, como un espectador más.

El Milagro de poder reunir a cuatro de las más prometedoras figuras, ya consolidadas del panorama pianístico mundial en un solo concierto, por donde pasaron Beethoven, Albeniz, Liszt, Chopin, Rachmaninov, Bach, Mozart, Prokofiev. Ravel y otros grandes compositores que no quisieron perder la oportunidad de que sus notas resonaran en esa verdadera Noche Mágica.
Muy oportuno y efectista la decisión del español Jorge Nava, de comenzar su intervención con la Sonata Claro de Luna de Beethoven.
La rusa Eva Antonova, lo hizo con un Nocturno de Chopin, el 49, Póstumo,  como preámbulo de Liszt y Rachmaninov.
La Estado Unidense Viviane Cheng, y tras la sonata 32 de Beethoven, nos hizo a todos mecernos en las tranquilas aguas de la Bahía, con las notas de Una barca en el océano de Ravel.(Realmente increible).
Por su parte, el australiano James Guan, y junto a otras interpretaciones, nos sorprendió con su visión magistral de los Estudios de Chopin.
Disfrutando de una copa de cava en el descanso
Estamos publicando una Galería de Fotos, que esperamos disfruten nuestros Amigos y Lectores.

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