jueves, 13 de abril de 2017

JUEVES SANTO

"LOS AMÓ HASTA EL EXTREMO"
La hora de Jesús, que es la hora del amor consumado, exige una lucha, una guerra con los que le quieren imponer el destino ciego del odio.
Jesús no está dispuesto a que nadie le imponga su muerte, sino que es El quien impone su hora como voluntad y proyecto de Dios.
El Padre se lo ha entregado todo en sus manos y no es posible que nadie se lo arrebate, porque la suya no es una muerte más, un asesinato de tantos como impone el odio sobre el mundo, sino que es la muerte soteriológica por excelencia.
No vienen las cosas como si se tratara de una simple condena legal, como después aparecerá ante el juicio del procurador (Jn 19,7). Jesús, ciñéndose como los antiguos guerreros, debe ganar la batalla de la muerte; he ahí la paradoja, pero de la muerte redentora. Jesús no lucha para no morir, sino para que su muerte tenga sentido y no sea ciega y absurda como
Puedes leer el comentario completo del dominico Fray Miguel de Burgos PULSANDO AQUÍ

No hay comentarios:

Publicar un comentario