Al hablar en otra entrada del Blog del Día Mundial de la Voz, hemos de rendir homenaje a un gran compositor que murió por una enfermedad relacionada con trastorno en el lenguaje, si bien parece ser que había otras causas vinculadas a ella.
La enfermedad es la Afasia, que es el trastorno del lenguaje que se produce como consecuencia de una patología cerebral.
Se trata de la pérdida de capacidad de producir o comprender el lenguaje, debido a lesiones en áreas cerebrales especializadas en estas funciones. Es entonces una pérdida adquirida en el lenguaje oral. El término afasia, que fue creado en 1864 por el médico francés Armand Trousseau (1801-1867), procede del vocablo griego ἀφασία, ‘imposibilidad de hablar’.
La disfasia por otro lado es un trastorno específico en la adquisición del lenguaje.
El compositor fue Maurice Ravel
Nada es ajeno al arte, al proceso creativo, ni siquiera las enfermedades. Cuando Ravel compuso en famoso Bolero, ya había comenzado a sufrir las manifestaciones de una enfermedad neurológica degenerativa –una demencia frontotemporal- que lo incapacitó totalmente para componer a partir de 1932. La enfermedad produjo un daño inexorable en sus neuronas que se manifestaba en forma de afasia (déficit en el lenguaje) y apraxia (una pérdida de la capacidad para poder llevar a cabo movimientos).
También hubo un daño irreparable en el área del lenguaje escrito, uno de sus biógrafos cuenta que tardó más de una semana en poder escribir una carta de tan sólo cincuenta palabras.
Ravel tenía dañado el hemisferio izquierdo, la mitad del cerebro en la que se ubican los centros lingüísticos.
El compositor francés se vio condenado al silencio musical, podía apreciar la música y disfrutar de ella, sin embargo, era incapaz de escribir música. La música destilaba por sus neuronas pero estaba condenado a no poder compartirla, únicamente él podía disfrutar de su genialidad creativa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario