El 20 de diciembre de 1982 fallece en Ginebra Arthur Rubinstein, pianista polaco de origen judío, célebre por sus interpretaciones de Chopin y de muchos otros compositores.
Fue nombrado por The New York Times como uno de los grandes pianistas del siglo XX.
Su mentalidad optimista se reflejaba en la vitalidad de sus interpretaciones.
Poseía un sonido inconfundible, seguro, redondo, lleno de claridad y sonoridad, y capaz de matices impensables.
Se sentía a gusto tanto en el clasicismo como en el romanticismo, en el repertorio ruso, español y francés. Será sin duda recordado como uno de los mejores intérpretes de Frédéric Chopin. Liberó a las obras del compositor polaco del excesivo sentimentalismo y amaneramiento. Les dio fuerza, ritmo y una sutil sensibilidad.
En una entrevista comentaba Daniel Barenboim: “La forma de tocar de Rubinstein era tan natural que a uno le parece un juego de niños. Cuando alguien intenta alcanzar semejante claridad se da cuenta de cuán difícil es lo aparentemente facil.
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