Hay momentos a lo largo del Curso que están revestidos de una gran trascendencia y entre ellos, quizás el más emotivo sea el de Clausura, por lo que supone para todos los becados y sus familias presentes en el acto, incluidos esos nietos que con sus llantos y correrías aportan también su caracter tan especial.
Nuestra Directora, brillante como en ella es "Santo y Seña", no podía ni debía disimular la importancia que para todos suponía la presencia de nuestro alcalde, y lo que venía a ser un espaldarazo a la importancia del Aula en la sociedad sevillana.
Suponemos que en gobiernos municipales anteriores habrán sido muy fuertes sus compromisos para no aceptar la invitación en asistir al Acto, algo entendible en una ocasión puntual, pero no tanto cuando la situación se ha venido repitiendo de forma contumaz hasta precisamente en el presente Curso, y que esperamos sea "El comienzo de una gran........... colaboración".
Tenía el acto además otros componentes que la aportaban unas grandes dosis de emotividad, como era el homenaje a dos de los profesores más queridos por todos: Dª Felicidad Loscertales, y D. José Sánchez Herrero.
A Dª Felicidad, de una forma concreta, muchos de nosotros le tenemos un cariño muy especial, al haber estado matriculados con ella, además de sus clases en el Aula, en las Facultades de Periodismo y Comuicación, en el período transitorio de cambio de planes de estudios.
D. José estuvo absolutamente brillante en su discurso de agradecimiento, en nombre de ambos, recurriendo a la Hoja Roja que las nuevas generaciones no conocen, como símil a las Hojas Otoñales en ese período de madurez que todos vivimos.
Finalmente, nuestra compañera Pilar, en nombre de todos los alumnos, y sin citarlo de forma explicita, tuvo más presente a las Hojas Verdes del Verano como símbolo de nuestra actual etapa, en los que lo que cuenta es la Ilusión, más allá de lo que indiquen otros parámetros.
En definitiva, un gran acto, en el que como siempre, hay que felicitar a nuestra directora y a todo su equipo, pendientes en todo momento de cuidar que todo se desarrollara con brillantez, y a lo que también contribuyó un salón de actos remozado, precisamente ahora que dejaremos de disfrutarlo, aunque lo realmente importante, es todo lo que hemos vivido en estos años de su uso, y en los que también nosotros hemos impregnado una impronta característica.
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