domingo, 8 de mayo de 2016

MAHLER. SINFONíA NUMERO 2. RESURRECCIÓN.

Posiblemente, ayer algunos de vosotros seguidores de Radio Clásica escuchastéis hablar del personaje de Gilbert Kaplan, millonario, empresario periodista y director aficionado, que convirtió la Sinfonía núm. 2 de Mahler en el principal objetivo de su vida, hasta llegar incluso a gastarse 75 millones de dólares en la compra de la partitura original y alquilar un teatro de New York para poder darse el lujo de dirigirla, sin ser director de orquesta.
Dio la vuelta al mundo reclamado por diversas orquestas que querían ser dirigidas por él, de la categoría de la Sinfónica de Londres en 1987 y la de Viena en 2002. De esta última tenemos en nuestra discoteca un CD editado por Deutsche Gramophon, y de la que la crítica dijo: 
"Esto no es sólo una grabación histórica, indispensable para los coleccionistas serios; es hacer música increíble que tendrá mahlerianos en éxtasis ".
Kaplan falleció el pasado mes de Enero aunque hasta ayer no tuvimos noticias de ello.
Tenemos un gran recuerdo de él, ya que también dirigió a nuestra ROSS hace muchos años, con una conferencia previa en el Paraninfo de nuestra Universidad., que forma parte de nuestros mejores momentos musicales, así como el posterior concierto, que nos hizo reconciliarnos y redescubrir a Mahler.
Hemos vuelto a escuchar ese fantástico CD, y aunque no encontramos la versión en video (no existe), hemos pensado en compartir con todos vosotros la experiencia de escuchar de nuevo esta Sinfonía Resurrección, en una extraaordinaria versión con Claudio Abbado dirigiendo a la Orquesta del Festival de Lucerna, y de la que os damos alguna pincelada como guia de audición.

¿Alegría o miedo? Muchos han temido el día del destino y han esperado la resurrección, el cielo o el infierno, dos piedras básicas de la fe cristiana.
Gustav Mahler se convirtió del Judaísmo al catolicismo.
Ello le llevó sin duda a estar cautivado por estos dos pilares y expresó sus ideas en la música -
Una enorme sinfonía que se mueve de temas de entierro oscuros y pesados, hasta finalmente alcanzar la dicha más alta, celeste. LA RESURRECCIÓN.
Esperamos disfrutéis de este momento.

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