El 26 de marzo de 1827 fallece en Viena Ludwig van Beethoven, compositor, director de orquesta y pianista alemán.
Su legado musical abarca desde el Clasicismo hasta los inicios del Romanticismo musical.
Es considerado como uno de los compositores más preclaros e importantes de la historia de la música y su legado ha influido de forma decisiva en la evolución posterior de este arte.
Siendo el último gran representante del clasicismo vienés (después de Christoph Willibald Gluck, Joseph Haydn y Wolfgang Amadeus Mozart), Beethoven consiguió hacer trascender la música del Romanticismo, influyendo en diversidad de obras musicales del siglo XIX.
Su arte se expresó en numerosos géneros y aunque las sinfonías fueron la fuente principal de su popularidad internacional, su impacto resultó ser principalmente significativo en sus obras para piano y música de cámara.
Su producción incluye los géneros pianístico (treinta y dos sonatas para piano), de cámara, conciertos para piano, para violín y triple, sacra (dos misas, un oratorio), lieder, música incidental (la ópera Fidelio, un ballet, músicas para obras teatrales), y orquestal, en la que ocupan lugar preponderante Nueve sinfonías.
Nosotros hemos querido hoy rendirle homenaje con una de sus más bellas composiciones, al margen de sus Sinfonías. La sonata Patética.
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