Ayer, muchos de nosotros coincidimos en el concierto de abono de la ROSS en el Teatro de la Maestranza.
Circulan por las redes sociales cantidad de mensajes, relacionados con la unidad del pueblo francés, con su himno, su bandera y su gobierno y se hace una comparación en la que los españoles no salimos nada airosos con motivo de trágica situación similar sucedida en nuestro pais. Por tanto, no vamos a incidir en ello. Que cada uno piense lo que estime oportuno, que recuerde como reaccionó en aquella ocasión y arrastre con su conciencia.
Decimos esto, porque quiso la casualidad que el programa de ayer fuese un monográfico de compositores franceses que se habían inspirado en España para sus creaciones, comenzando por España de Chabrier y terminando con el Bolero de Ravel.
Pero antes de todo ello, el director de la orquesta, que ayer era su titular John Axellrod, dedicó unas palabras, en las que recordó unos pensamientos de su mentor Leonard Bernsteinque, en los que relacionaba el papel de la música en la lucha contra el terrorismo y la violencia y que fueron seguidas de un impresionante minuto de silencio con todo el Maestranza puesto en pie.
El concierto, magnífico, terminando como hemos dicho con ese Bolero que siempre enaltece los ánimos al llegar a su climax.
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