LÁPIZ DE LABIOS

Todavía tenemos el ánimo encogido al recordar la admirable actuación de todos nuestros compañeros en una obra de Teatro tan comprometida, tanto en la exigencia de sus interpretaciones como con la temática tratada cuando esta misma mañana vemos en la prensa otro caso de violencia de genero, precisamente en nuestra provincia.
Es aterrador saber que el 12,5% de la población femenina mayores de 16 años son victimas de violencia de genero a lo largo de su vida. Pero lo que realmente impresiona es conocer que 7 de cada 10 victimas nunca lo han denunciado.

Luisa  representa una de esas 7 mujeres que siempre están dispuestas a perdonar, y Carmen Aguilar expresa con su rostro y mirada como solo ella es capaz de hacer, todos los estados de ánimo de esa mujer maltratada pero a pesar de todo enamorada.

Su maltratador marido, Raul (Qué decir de nuevo de Antonio Martín, que no hayamos dicha ya) en esa bipolaridad amante-maltratador, que Antonio borda hasta límites inimaginables.

Paula es la hija que ve la realidad, odia a su padre pero es incapaz de hacer ver a su madre la situación de una relación imposible, y Carmen Prieto hace una de las mejores interpretaciones de las muchas que nos ha regalado a lo largo de los años.

Charo es la amiga de Paula que tras una apariencia de mujer independiente y valiente ante las situaciones en las que la vida la ha colocado, cae también finalmente en las garras del maltratador. Victoria Sánchez interpreta a la perfección su cambio emocional que se va desarrollando a lo largo de la obra.

Nico es el psicólogo que intenta poner orden en las emociones de sus pacientes sin poder llegar a conseguirlo y en nuestra opinión mostrando su fracaso en el intento, papel éste interpretado por Manuel Infantes quien con su lenta desaparición de la escena hacia la oscuridad intenta mostrarnos esa decepción por un trabajo sin frutos.