viernes, 3 de julio de 2015

........... Y SIN EMBARGO.

Al termino del concierto de ayer se produjo una extraordinaria manifestación de júbilo entre el público, digna de los grandes acontecimientos musicales de los que esta temporada ha sido pródiga.
Realmente la ROSS estuvo espléndida en una música que no forma parte de su repertorio y está lejos de los requerimientos habituales a una Orquesta Sinfónica.
Las partituras y la dirección de Bruce Broughton a la altura de lo que cabe esperar de unas de las mayores figuras del panorama mundial actual de compositores de bandas sonoras.
¿Por qué sin embargo a nosotros no llegó a producirnos esa sensación de gran acontecimiento que observábamos en nuestro entorno?
Nuestra modesta opinión es que hay bandas sonoras que por sí solas y de forma independiente a las películas para las que fueron compuestas se han ganado un lugar que permite su interpretación desgajándolas totalmente de sus imágenes. Es precisamente por ello, por lo que la mayor parte de los conciertos que se interpretan con música de cine en todo el mundo, suelen incluir un gran número de tales composiciones.
Nada de esto sucedió anoche, donde asistimos a un concierto con bandas sonoras casi desconocidas para la mayoría y que solo siguiendo el programa se podían relacionar con las películas a las que pertenecian, dejándonos una sensación de continuidad.
En cualquier caso, y dado el entusiasmo provocado, resulta evidente que nosotros somos los equivocados, salvo que viniese generado por la extraordinaria actuación de la ROSS.
Al termino del Concierto, y con la ausencia justificada de un gran número de compañeros, tomamos la penúltima copa del Curso, antes de nuestra marcha a las vacaciones

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