Todos los aficionados a la música clásica somos testigos y sufrimos ruidos y situaciones impropias del momento.
Móviles que suenan. Celofán de caramelos. Cremalleras de bolsos, tremendamente largas. Paraguas que se caen. Abanicos cerrándose, abriéndose y abanicandose a golpes de pecho. De las toses: Ni comentarlo.
etc. etc. etc.
Pero lo de ayer fue realmente especial.
Que el director parara tres veces su intervención para solicitar que unos adultos sacaran de la sala a un niño, casi bebé, que cumplía con su natural inclinación de llorar y protestar ante una situación incomoda para él, o simplemente que tenía hambre.
Pero lo realmente insólito y como es difícil de creer, ofrecemos una foto, es aprovechar la inspiración de la música sinfónica para confeccionar una prenda de punto elástico falso, a decir de las expertas que lo miraban atónitas.
Hola, esto si es una verdadera instantanea.Me parece genial por tu parte.Desde luego como dijo alguien, que hay gente "pa tô"-Besitos.Rosa Castro-
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