El 13 de Noviembre de 1868 fallece en Paris Gioachino Rossini compositor italiano, conocido especialmente por sus óperas, particularmente por las cómicas.
El grado de dificultad vocal de las óperas rossinianas es tan extremo que, desde mediados del siglo XIX hasta la década de 1970, muchas de sus obras eran prácticamente imposibles de cantar; ello fue posible con la irrupción de supercantantes.
La mezzosoprano barcelonesa Conchita Supervia tuvo una gran importancia en el resurgimiento de Rossini a partir del año 1925, al recuperar sus obras que habían quedado olvidadas,
No podemos olvidar la gran importancia de Rossini en el mundo de la Gastronomía, a la que dedicó la mitad de su vida. Ahí nos han quedado ejemplos como los Canelones Rossini o el Tournedo a la Rossini.
A su muerte, Giuseppe Verdi convocó a los mejores compositores del momento para dedicarle una misa de Requiem a la que él mismo colaboró con el Libera Me. No obstante, por diversos motivos, dicha obra nunca llegó a publicarse hasta hace unos años en que la exhumó el director Helmuth Rilling, quien la edito y grabó en CD.
Ante esa pasividad, Verdi utilizó ese Libera Me para su propia Misa de Requiem y es lo que hemos elegido para recordar a Rossini en este aniversario, en la incomprable voz de Leontyne Price, con Karajan el el podio.
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