TRES MOMENTOS DE ORO

Bajo nuestra consideración, fueron tres momentos de oro los que ayer tuvimos ocasión de vivir en el Acto de Apertura de Curso.
A lo largo de nuestra vida, hemos vivido innumerables actos de despedida de compañeros por muy diversos motivos, traslados, cambio de funciones, jubilaciones etc.
Todos esos actos han estado acompañados con frases y discursos resaltando los méritos del homenajeado. No obstante, nunca a lo largo de nuestra larga experiencia en este asunto hemos asistido a una glosa como la que nuestra Directora hizo ayer de María Teresa García, quien ha renunciado a su cargo de Vicerrectora por motivos personales. Aquellas no fueron palabras surgidas de la facilidad oratoria y dominio del lenguaje de nuestra directora: Eran palabras surgidas del corazón.
Resulta evidente el gran vínculo existente entre las Dtras. Rosa María y Mª Teresa y de eso nos hemos beneficiado todos los alumnos del aula durante estos años de estrecha colaboración, aunque para la gran mayoría hayan pasado desapercibidos, por la modestia de ambas.
Solamente faltó en esas frases, que fuesen interrumpidas por los aplausos de los alumnos, en homenaje a Mª Teresa,  y sobre cuyo fallo asumimos nuestra parte alícuota de responsabilidad.
Le deseamos todo tipo de éxitos a la nueva Vicerrectora, la Dtra. Mª  Elena Cano.

Otro momento de oro, aunque eso ya lo esperábamos y estábamos seguros de ello, fue la extraordinaria lección de apertura del curso, a cargo de nuestro admirado profesor D.Manuel Ángel Vázquez Medel.
Junto a sus siempre emotivas palabras en torno a Juan Ramón Jimenez y Platero, nos sembró el deseo de conocer mas y profundizar en el conocimiento sobre el Ideal Educativo de la Institución Libre de Enseñanza.
Nos quedamos con alguno de esos conceptos: La nueva Universidad tiende a ser un microcosmos. Abraza toda clase enseñanza...... Prepara no solo para las diversas profesiones sociales, sino para la vida en su infinita complejidad y riqueza.

José Carlos Carmona, al frente del Coro de nuestra Universidad fue el otro momento de oro, al poner la emotividad musical al acto que acabábamos de vivir.