miércoles, 28 de agosto de 2013

YA ESTAMOS DE VUELTA

Tras unos dias de silencio por descanso del propio Blog, que tambien tiene sus propias iniciativas, los Editores del mismo hemos decidido que ya ha tenido bastante reposo y tiene que desperezarse para iniciar el curso que le espera, y que marcamos como comienzo el dia 1 de Septiembre.
Aunque será mañana cuando iniciemos nuestras habituales entradas para poder estar al corriente de todo lo que vaya sucediendo, queremos iniciar ya hoy mismo con una bonita historia de superación, con la figura protagonista de  Itzhak Perlman y con una historia que desconocemos si será cierta pero a veces la belleza está por encima de la mera realidad.
Como todos sabéis  Itzhak Perlman, contrajo la poliomelitis siendo niño.
Perlman se desplazaba muy lentamente, con la ayuda de muletas hasta coger su postura en el escenario para tocar el violín.  En un concierto ofrecido en 1995, completó el lento ritual que repetía siempre: cruzó el escenario, dejó las muletas en el suelo, se sentó en su silla y se preparó para tocar.
Pero cuando llevaba  interpretados unos pocos acordes en su maravilloso violín Stradivarius, repentinamente una de las cuatro cuerdas del violín se rompió con un tremendo chasquido.
Un violín que pierde una de las cuerdas se convierte en algo prácticamente inútil para tocar música sinfónica, debido a los inarmónicos que genera. Cualquiera que toque el violín u otro instrumento de cuerda de la misma familia lo podrá corroborar. Es imposible tocar un violín de tres cuerdas .
Itzhak cerró los ojos, se quedó en silencio unos segundos, como recomponiendo su mente y visualizando interiormente las tres cuerdas de su Stradivarius. Y acto seguido le hizo una señal al director y la pieza musical arrancó donde se había quedado.
Itzhak puso tanta pasión en su interpretación con sólo tres cuerdas, imposible de hacer según muchos, que aquella noche se escuchó uno de los conciertos más bellos de la historia. Al finalizar, Itzhak se secó el sudor de la frente y se dirigó al público con estas palabras:
No te concentres en lo que has perdido debido a cualquier adversidad acontecida; concéntrate en lo que te queda, en todo lo que puedes hacer con los recursos que tienes ahora.Nada es más fuerte que la voluntad, y eso es algo que todos llevamos dentro y que no nos pueden quitar. Si tienes voluntad por hacer algo, nada te podrá detener.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario