En 1991 se conmemoraba el bi centenario del fallecimiento de Mozart y a lo largo del año, todas las orquestas y salas de concierto del mundo programaron de forma masiva gran parte de las composiciones del Genio de Salzburgo.
A nuestro modo de ver, uno de los actos mas emotivos fué la celebración de una Misa solemne en la Catedral de San Esteban de Viena, en la que se interpretó el Requiem compuesto por Mozart como gran colofón de toda su obra.
Para ese grandioso momento, coincidieron Georges Solti dirigiendo los Coros y Orquesta Sinfónica de Viena, el bajo Rene Pape, la desaparecida soprano Arleen Augér, y una jovencísima Cecilia Bartoli, quien a la sazón contaba con tan solo 25 años.
UN CONSEJO: Reservaos para escuchar esta Santa Misa y Requiem, de una hora y 25 minutos de duración, cuando tengais tiempo y el ánimo en perfecta comunión con el momento. En caso contrario, quizás no llegueis a apreciar toda su emoción, que es la que nosotros sentimos en este momento en que os lo ofrecemos.
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