domingo, 14 de agosto de 2011

PASCUAL Y MARÍA ROSA, REPORTÁNDOSE


NO OLVIDEMOS LORCA
Recordamos emocionados la reacción por parte de los miembros de La Décima, así como de toda la clase en el Aula, tras el dramático terremoto de Lorca y las muestras de solidaridad que en su momento  surgieron, como en el resto de España.
Han pasado solo 3 meses de este suceso y practicamente, como suele suceder, parece que todo está ya solucionado.
Al ser Aguilas una ciudad hermana de Lorca, por historia, cercanía y todo tipo de lazos familiares y emocionales, estamos en estrecho contacto con los problemas que siguen sin resolverse y, lo mas lamentable, sin fecha prevista para todo ello.
Miles de familias viviendo en sus segundas residencias en Aguilas, Mazarrón etc. con miedo a volver a Lorca, en unos casos, y otros sin vivienda  donde acudir, y hogares que ya solo forman parte de sus recuerdos.
Cientos de familias que al no disponer de recursos y por tanto, de segundas viviendas en la playa, siguen habitando en campamentos, con un futuro incierto.
Gobernantes a nivel nacional que se han marchado de vacaciones o, en cualquier caso su prioridad actual es la crísis económica y las próximas elecciones, tal como se expresaba recientemente un édil lorquino.
Colegios que no podrán recibir a los alumnos en Septiembre.
Iglesias totalmente cerradas al culto, y un largo etcetera.
Sobre todo esto, la sociedad lorquina y sus responsables piden entre otras cosas que SE VISITE LORCA, ya que es importante que al menos LA VIDA vuelva a sus calles, actualmente desiertas.
Por todo ello, el pasado viernes por la tarde, dejamos la comodidad de la playa y poniéndonos a la espalda TODA LA EMOCION Y SOLIDARIDAD QUE EN SU MOMENTO RECOGIMOS DE TODOS, nos desplazamos a Lorca.
Vivimos momentos absolutamente dramáticos, como el de ese hombre que tuvo que refugiarse en su coche para que sus lagrimas encontrasen cóbijo ante la imagen de su casa que en esos momentos estaba siendo derribada, y que a nosotros nos puso el alma en vilo.
Al caer la tarde, subimos al Castillo de Lorca, y su Fortaleza del Sol, habitual marco de eventos culturales en verano con asistencias multitudinarias, y que este año solo se ha podido abrir para visitas, que se producen de forma casi testimonial, hace unos dias al habilitar un camino de tierra, puesto ya que el acceso de bajada habitual está intransitable.
Allí recogimos el agradecimiento de sus responsables, solamente por el hecho de visitarles.
Asistimos a una visita guiada, cenamos el pie de su Torre Alfonsina,  bajo las estrellas y una incipiente luna llena, que pretenden dar cobijo a esta gran ciudad, y ya cuando era la una y media de la madrugada retornamos al ambiente festivo de Aguilas, con la satisfacción de que  habíamos puesto nuestro  minúsculo granito de arena en el resurgir de Lorca.

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