Tras esa sensación de aburrimiento que la película pueda transmitir, descubrimos en clase muchas claves que nos permitieron penetrar en su belleza misteriosa, a la par que genial.
De la mano de José María Claver recorrimos el mundo sensible de Antonioni y sus temáticas de incomunicación y fragilidad de las relaciones humanas, cuya mejor imagen pueda ser la de las escenas finales del Eclipse en el que las materias inertes se imponen sobre los personajes, con esa astilla flotando a la deriva en el agua del viejo bidón, de lo que en algún momento fuese una madera manipulada por una mano ilusionada.
En definitva, un excelso aburrimiento, convertido en pieza maestra.
Debido a problemas informáticos, no podemos ofrecer en estos momentos los apuntes para recordar las claves de la película. Esperamos poder ponerlos en breve.
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